Estufas de pellets: ¿Cómo medir la calidad del pellet?
En los últimos años, las estufas de pellets y la biomasa han ido ganando un gran peso en el campo de la calefacción. Se trata de una alternativa “verde”, lo que implica una apuesta por la ecología y el medioambiente, dejando de un lado las opciones que trabajan gracias al uso de combustibles fósiles.
Esta clase de estufas, como su nombre indica, se basan en la combustión de pellets, comprimidos sólidos fabricados a partir de virutas, serrines y astillas que proceden de los restos de poda. Como es de esperar, habrá distintas calidades de pellets. ¿Cómo diferenciarlas y medirlas? Desde Instala Tu Caldera vamos a aprovechar estas líneas para resolver cualquier duda que puedas tener.
Los pellets, elaborados a partir de restos forestales o de la industria maderera, no necesitan ni pegamento ni ninguna sustancia que no sea la propia madera. En su fabricación, primero se someten a un proceso de secado y posterior prensado. De esta forma, se eliminan impurezas y se resta su propio nivel de humedad.
La elección de entre todas las estufas de pellets es tan importante como elegir el propio pellet. En nuestra experiencia en este campo, hemos podido comprobar que de entre todos los tipos de madera existentes, los pellets de haya y de abeto son los más recomendados. Hay que precisar que un pellet elaborado con materiales de mala calidad creará una incorrecta combustión posteriormente.
¿Esto implica que el resto de pellets fabricados a partir de otras maderas no sirven? Para nada. Hay muchísimas clases buenas, pero estas opciones se han comportado de la mejor forma a la hora de producir calor y aumentar el confort y el rendimiento de la instalación.
Además, un buen pellet ha de tener unas medidas que ronden entre los 6 y los 8 milímetros. Aquel que exceda o que no llegue a este tamaño ofrecerá un rendimiento inferior. Sin olvidar que su estructura ha de ser compacta. Cuanto menos aire contenga en su interior, mejor. Si aprietas uno y se hiciera polvo en tu mano, será un indicador claro de baja calidad.
Para terminar, como especialistas en estufas de pellets, no podíamos olvidarnos de su color y brillantez. La tonalidad del pellet ha de ser uniforme. Si dispusiera de colores extraños, estaremos ante una señal de presencia de materiales extraños. Además, un pellet de la más alta calidad ha de ser brillante, liso, de longitud uniforma y sin polvo.