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Qué son los radiadores de baja temperatura

Qué son los radiadores de baja temperatura

En Instala Tu Caldera contamos con una enorme experiencia en el campo de la calefacción y climatización del hogar. Es por ello que nos gustaría aprovechar este siguiente post de nuestro blog para hablaros un poco más en detalle sobre los radiadores de baja temperatura. ¿Sabes qué son y qué ventajas principales tienen?
Un radiador de baja temperatura es aquel que no necesita altas temperaturas para funcionar de forma muy eficiente. A diferencia de otras alternativas, puede trabajar perfectamente entre 35 y 50ºC. Para que veamos la diferencia, los radiadores tradicionales de hierro suelen necesitar que el agua se encuentre a 80ºC y los de aluminio a más de 60ºC.
Como es obvio, al necesitar un agua menos caliente, se ahorra una buena cantidad de energía, lo que se traduce en una reducción de la factura mensual. Por todo ello, estos calefactores combinan muy bien con toda clase de bombas de calor, máquinas que también funcionan perfectamente a baja temperatura.

Funcionamiento de un radiador de baja temperatura
El funcionamiento de los radiadores de baja temperatura es realmente sencillo. De hecho, no difiere demasiado de los tradicionales. En su interior, corre un circuito de agua caliente que consigue un aumento de la temperatura del radiador y, desde ahí, se propagará por la habitación.
Explicado así, no son muchas las diferencias con respecto a las opciones de hierro o aluminio. La principal es que el material utilizado en su fabricación es mucho mejor transmisor de calor que el resto de alternativas. Se estima que los radiadores de baja temperatura contienen en su interior entre un 80 y un 90% menos de agua que los convencionales.

¿Realmente ahorran más los radiadores de baja temperatura?
La respuesta es un sí rotundo. Como hemos ido mencionando a lo largo del artículo, esta clase de calefactores necesitan menos agua y menos caliente para funcionar de manera perfecta. Solo de esta forma, ya se estaría ahorrando energía.
Pero es que, además, se ha comprobado que se obtienen ahorros cercanos al 35%. Los radiadores de baja temperatura también requieren menos tiempo para alcanzar una total eficiencia, requiriendo también menos trabajo por parte de la caldera o la bomba de calor.