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¿Qué tipos de suelo radiante existen?

Qué tipos de suelo radiante existen

¿Buscas alternativas a la calefacción convencional de toda la vida? En ese caso, es conveniente que conozcas cuáles son todos los tipos de suelo radiante que existen hoy en día. ¿Sabes en qué consiste esta opción o qué ventajas puede ofrecer para tu hogar? ¡No te pierdas este post que creamos para ti!
El suelo radiante es un sistema de climatización que se instala bajo el suelo, quedando “invisible”. Se trata de una alternativa que permite ahorros de más del 20% de energía en la factura mensual, ya que, al permitir la instalación de termostatos, se puede conseguir una temperatura homogénea y un ambiente del todo agradable en el interior de nuestra vivienda.
Además, algunas de las ventajas del suelo radiante es que no resulta visible, no interfiere en la decoración de la vivienda, es energéticamente eficiente y respeta el medioambiente, ya que utiliza menos energía y, por lo tanto, las emisiones de CO2 también serán menores.

Distintos tipos de suelo radiante para el hogar
A continuación, vamos a distinguir entre dos clases de suelo radiante que podemos optar por instalar en nuestras casas:
– Suelo radiante de agua En esta alternativa, se producirá una distribución de agua a través de tuberías instaladas bajo el suelo. Para poder calentarse, debe participar necesariamente una caldera de condensación o una bomba de agua que sea capaz de generar agua caliente y, posteriormente, distribuirla por todo el circuito.
Entre sus múltiples ventajas, desde Instala Tu Caldera nos gustaría destacar el gran confort que crea y la potenciación en ahorro energético que se consigue. Gracias al suelo radiante de agua se pueden disfrutar de temperaturas entre 18ºC y 22ªC de forma constante. Además, según los estudios de mercado, el ahorro energético supera el 20%.
Para terminar, no podíamos dejar de mencionarte que un suelo radiante de agua es el mejor sistema para una caldera de condensación, ya que trabajan a bajas temperaturas y permiten obtener grandes resultados con un consumo mínimo.
– Suelo radiante eléctrico El segundo de los tipos de suelo radiante es el eléctrico. Su instalación puede realizarse en cualquier punto de la casa, resultando muy sencilla. Existen varias subclases, como los cerámicos o los que se usan en suelos de madera.
Su funcionamiento es exclusivo a través de energía eléctrica y se coloca bajo el revestimiento del suelo, traspasando el calor una vez que se pone en funcionamiento. Eso sí, necesita una lámina de poliestireno que actúe como aislante para mantener la seguridad.
En último lugar, distribuye el calor de forma uniforme y evita los movimientos de aire. El resultado es un confort térmico ideal para cualquier vivienda y, de paso, un ahorro energético considerable.