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¿Cómo reconocer un buen pellet?

¿Cómo reconocer un buen pellet?

Quizá te hayas decidido de una vez por una estufa de biomasa para tu hogar. ¿Es así? En ese caso, no te queda más remedio que aportar buena “gasolina”, ¿no? Pero no es sencillo, ya que no siempre es fácil reconocer un buen pellet. Es por ello que vamos a aprovechar estas líneas para ofrecerte una serie de recomendaciones que te sean útiles y que te permitan elegir el más adecuado para tu hogar. Créenos que lo vas a agradecer.
Lo primero que tienes que saber es que un pellet de mala calidad puede llegar a originar ciertos inconvenientes:

  • Mala combustión y atascamiento del brasero
  • Capacidad más baja para desarrollar un calor uniforme y agradable
  • Favorece la formación de residuos
  • El vidrio de la estufa se tiende a poner negro en muy poco tiempo

Para reconocer un buen pellet es importante que nos detengamos a leer la etiqueta del producto y saber interpretarla. Por ejemplo, las maderas más utilizadas y recomendadas han de ser la haya y el abeto, pero los pellets han de estar elaborados con madera virgen, no contener arena ni tampoco compuestos químicos, como la pintura o las colas.

Pequeñas pruebas para reconocer un buen pellet

Hay ciertos “experimentos” que podemos hacer en nuestra casa de forma personal y que nos permitirán identificar un producto de calidad y diferenciarlo de otro que no lo es. Así, por ejemplo, el primero será el aserrado. Si notas demasiada madera en polvo en un paquete es síntoma de que el pellet tiende a desmenuzarse y, por tanto, no será de una calidad elevada. Hay que tener presente que este polvillo tiende a meterse en los componentes mecánicos y eléctricos de la estufa, con el riesgo de averías y defectos de funcionamiento. Del mismo modo, un pellet mal comprimido se quemará mucho antes, aumentando el consumo y también provocando un mayor número de limpiezas.
Otra de las formas para reconocer un buen pellet que podemos realizar en casa es la llamada prueba del agua. Es un test rápido y sencillo que consiste en sumergir un pequeño pullado de pellets en un vaso de agua. Si descienden al fondo y el agua no se enturbia, estamos ante un producto óptimo.